El coqueo es una práctica milenaria característica del norte del país. Pero el consumo de hojas de coca se fue masificando a nivel nacional. La venta de este producto no sólo se incrementó, sino que se fue extendiendo por todo el país, pese a que su venta, supuestamente, debería estar prohibida. La coca no se produce en nuestro país y su ingreso está considerado como una falta al código aduanero, es decir que se trata de contrabando.
“Tenemos todo tipo de operativo con esta mercadería. Hay personas que las envían por encomienda y otras en camiones que trasladan cualquier producto porque contratan a sus conductores para que las trasladen”, explicó el comisario Fabio Ferreyra. Según los registros del Operativo Lapacho, entre el 1 de noviembre de 2023 y el 25 de marzo de 2024, en los controles se secuestraron casi 20 toneladas de hojas de coca.
“No podemos ir en contra de las costumbres de la gente y sólo actuamos cuando vemos grandes cantidades. No es lo mismo que un transportista tenga una bolsita u otro que lleve varios kilos. El negocio es muy grande”, explicó el funcionario en una entrevista con LA GACETA. “Uno de los hallazgos más importantes es cuando detectamos que en un camión de una empresa de correo privado, que regresaba de haber descargado las encomiendas que llevaba, regresaba a su punto de origen con 400 kilos -explicó-. Tampoco nos puede sorprender, porque cada vez son más los lugares que la comercializan y eso sucede porque existen proveedores”.